La primera vez que utilicé el fimo fue para hacer lazos. Una amiga necesitaba unos recuerdos para una celebración y el resultado fueron 150 lazos en varios colores, lisos y de topos.
Después de aquello, no quise saber nada más de lazos ( y no volví a tocar el fimo), hasta que hace poco los echaba de menos para adornarme unas camisetas, y me puse de nuevo a elaborar unos cuantos )
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